La historia económica
contemporánea de España es la mar de amena e ilustrativa. Sobre todo la etapa franquista,
que se puede resumir con un de aquellos polvos, estos lodos: las insuficiencias,
desequilibrios y la situación semiperiférica de España en la economía mundial
hunden sus raíces en la etapa franquista.
En 1959, la economía española
estaba al borde del colapso, tras dos décadas de aislacionismo autárquico. La balanza
de pagos, la diferencia entre lo que se vende y se compra en el
exterior, era francamente mala, causando un alarmante déficit de divisas. En una
reunión con sus ministros económicos, estos le planteaban a Franco la necesidad
de introducir medidas liberalizadoras y cambio estructurales, dada la
situación. Entonces, el general, que como de otras muchas cosas, no sabía nada
de economía, dijo algo así “¿y la cosecha de naranjas?”, con la esperanza de que
la venta en el extranjero de la cosecha de naranjas sirviera para paliar la situación.
Claro, las naranjas son bastante más baratas que los productos industriales, así
que no iba a ser un gran remedio vender las naranjas. Los ministros se debieron
mirar entre sí, ojipláticos, debieron sudar pensando en cómo convencer al
general, pero a uno se le ocurrió un argumento imbatible: “¿y si se congela la cosecha?”.
Esta respuesta zanjó la cuestión y España se abrió al mundo.
Como el turismo era una forma muy
rápida de obtener divisas, comenzaron a llegar turistas. Se suponía que esto del
turismo iba a ser una solución provisional. Se ve que el concepto de
provisional que tenían los dirigentes franquistas lo era a escala geológica, y
aquí seguimos recibiendo millones y millones de turistas. De la emigración
española a Europa ya hablaremos en otro momento.
También llegaron las empresas automovilísticas.
Incentivos no faltaban: una fiscalidad más que parca, y una clase obrera capacitada
para el trabajo industrial y muy, muy, muy disciplinada. De la disciplina ya se
encargaban la Brigada Político Social, la Guardia Civil, el Tribunal de Orden Público
y otras instituciones igual de comprometidas con los derechos humanos. La disciplina se
traducía en bajos salarios y una legislación laboral sin huelgas. Una bicoca.
En España comenzaron a fabricarse
coches. Corrijo, a ensamblar coches, porque lo cierto es que las fábricas españolas
a lo que se dedicaban, y se dedican es a ensamblar piezas fabricadas en Francia,
Alemania y, ahora, en los países del Este de Europa. Así, cuando en Francia hay
una huelga de transporte más o menos prolongada, las fábricas españolas tienen
que parar por falta de piezas.
Claro está que en el sector automovilístico español no se investiga y no se desarrollan productos nuevos. El I+D se hace en Alemania o en Francia, no en España. Y cuando se desarrolla en España alguna actividad de esta índole, es siguiendo las indicaciones de la empresa matriz alemana o francesa. A efectos prácticos, es una forma de colonialismo. Por dieciséis euros, un par de gin tonic en Madrid, la lectora puede comprar un libro de Eduardo Sánchez Iglesias donde se desarrolla esta idea, Empresas transnacionales, capitalismo español y periferia europea, publicado por la editorial Catarata, .
Pero la fiesta se acaba. La Volkswagen
alemana atraviesa malos momentos. La competencia china, el precio la energía y
otros factores han llevado a la empresa alemana a tener que plantearse recortes
de plantilla.
De hecho, es el sector industrial
alemán el que está en crisis. En especial, las pequeñas y medianas empresas
(Mittelstand), que constituyen el grueso de las empresas exportadoras de ese
país. Entre 2022 y 2023 sufrieron un 25% de descenso en su producción. Estas
empresas son empresas familiares, altamente especializadas, con un gran
prestigio y muy arraigadas en sus comunidades locales. El empleo que generan es
de alta calidad.
Su desaparición tiene un elevado
coste social. El desempleo y el empeoramiento de la calidad de vida de la
población es terreno abonado para el fascismo. Lo fue en los año 30 del siglo
XX, y lo vuelve a ser ahora, como pone de manifiesto el avance de Alternativa
por Alemania (AfD).
PS. Un poco de historia de
Volkswagen:
https://www.nytimes.com/es/2022/04/20/espanol/opinion/fortunas-nazi-bmw-porsche.html
https://www.vozpopuli.com/altavoz/cultura/origen-nazi-volkswagen-empresas-alemanas.html
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