sábado, 16 de noviembre de 2024

De coches y nazis

La historia económica contemporánea de España es la mar de amena e ilustrativa. Sobre todo la etapa franquista, que se puede resumir con un de aquellos polvos, estos lodos: las insuficiencias, desequilibrios y la situación semiperiférica de España en la economía mundial hunden sus raíces en la etapa franquista.

En 1959, la economía española estaba al borde del colapso, tras dos décadas de aislacionismo autárquico. La balanza de pagos, la diferencia entre lo que se vende y se compra en el exterior, era francamente mala, causando un alarmante déficit de divisas. En una reunión con sus ministros económicos, estos le planteaban a Franco la necesidad de introducir medidas liberalizadoras y cambio estructurales, dada la situación. Entonces, el general, que como de otras muchas cosas, no sabía nada de economía, dijo algo así “¿y la cosecha de naranjas?”, con la esperanza de que la venta en el extranjero de la cosecha de naranjas sirviera para paliar la situación. Claro, las naranjas son bastante más baratas que los productos industriales, así que no iba a ser un gran remedio vender las naranjas. Los ministros se debieron mirar entre sí, ojipláticos, debieron sudar pensando en cómo convencer al general, pero a uno se le ocurrió un argumento imbatible: “¿y si se congela la cosecha?”. Esta respuesta zanjó la cuestión y España se abrió al mundo.

Como el turismo era una forma muy rápida de obtener divisas, comenzaron a llegar turistas. Se suponía que esto del turismo iba a ser una solución provisional. Se ve que el concepto de provisional que tenían los dirigentes franquistas lo era a escala geológica, y aquí seguimos recibiendo millones y millones de turistas. De la emigración española a Europa ya hablaremos en otro momento.

También llegaron las empresas automovilísticas. Incentivos no faltaban: una fiscalidad más que parca, y una clase obrera capacitada para el trabajo industrial y muy, muy, muy disciplinada. De la disciplina ya se encargaban la Brigada Político Social, la Guardia Civil, el Tribunal de Orden Público y otras instituciones igual de comprometidas con los derechos humanos. La disciplina se traducía en bajos salarios y una legislación laboral sin huelgas. Una bicoca.

En España comenzaron a fabricarse coches. Corrijo, a ensamblar coches, porque lo cierto es que las fábricas españolas a lo que se dedicaban, y se dedican es a ensamblar piezas fabricadas en Francia, Alemania y, ahora, en los países del Este de Europa. Así, cuando en Francia hay una huelga de transporte más o menos prolongada, las fábricas españolas tienen que parar por falta de piezas.



Franco inaugurando una factoría de SEAT


Claro está que en el sector automovilístico español no se investiga y no se desarrollan productos nuevos. El I+D se hace en Alemania o en Francia, no en España. Y cuando se desarrolla en España alguna actividad de esta índole, es siguiendo las indicaciones de la empresa matriz alemana o francesa. A efectos prácticos, es una forma de colonialismo. Por dieciséis euros, un par de gin tonic en Madrid, la lectora puede comprar un libro de Eduardo Sánchez Iglesias donde se desarrolla esta idea, Empresas transnacionales, capitalismo español y periferia europea, publicado por la editorial Catarata, .

Pero la fiesta se acaba. La Volkswagen alemana atraviesa malos momentos. La competencia china, el precio la energía y otros factores han llevado a la empresa alemana a tener que plantearse recortes de plantilla.

De hecho, es el sector industrial alemán el que está en crisis. En especial, las pequeñas y medianas empresas (Mittelstand), que constituyen el grueso de las empresas exportadoras de ese país. Entre 2022 y 2023 sufrieron un 25% de descenso en su producción. Estas empresas son empresas familiares, altamente especializadas, con un gran prestigio y muy arraigadas en sus comunidades locales. El empleo que generan es de alta calidad.

Su desaparición tiene un elevado coste social. El desempleo y el empeoramiento de la calidad de vida de la población es terreno abonado para el fascismo. Lo fue en los año 30 del siglo XX, y lo vuelve a ser ahora, como pone de manifiesto el avance de Alternativa por Alemania (AfD).

 

PS. Un poco de historia de Volkswagen:

https://www.nytimes.com/es/2022/04/20/espanol/opinion/fortunas-nazi-bmw-porsche.html

https://www.vozpopuli.com/altavoz/cultura/origen-nazi-volkswagen-empresas-alemanas.html

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